27 oct 2017

Mi primera carrera, chispas.

Para aquellos que rondamos la cuarentena, leer con ese soniquete. Sí, ese.


Domingo, 9:30 de la mañana. Hace fresco, después de semanas de ambiente muy agradable se nota que el otoño ha llegado para quedarse. Llego a la zona de la salida, con bastante tiempo, y me meto en una cafetería a por un café (con cafeína, aunque lo he dejado en este caso necesito ese punch) adicional. Cuando faltan 20 minutos me dirijo a la salida y empiezo a calentar. No demasiado, no me obsesiona y no he tenido ni un triste tirón. Como leí en algún blog sobre ejercicio y nutrición el león no estira antes de ponerse a correr, simplemente se despereza y anda un poco para calentar los músculos. Sobretodo si como es previsible, no es que vayamos a salir al sprint.
Paso la valla y me meto en la zona de corredores. Me quedo atrás, sé que mi ritmo va a ser lento, como mucho de 6 min/km y no tiene sentido molestar a los demás. A unos 10 metros se pone una liebre con un cartel de 55 minutos, o sea que mantengo la distancia. Pongo Strava, y no me funciona en el smartwatch. Maldiciendo en arameo cojo el móvil para ponerlo allí y se me apaga, la batería no se ha cargado  bien. Suerte que Google fit trabaja en modo offline y lo puedo poner en marcha. También me ha desmontado no tener música, pero otra vez el smartwatch me permite poner podcasts en modo offline, y tiro con eso.


Por megafonía se empiezan a escuchar avisos de la organización. Salida en 5 minutos, 4, 3 … Hasta que se da la salida y empieza a moverse mi zona pasan un par de minutos. Por lo que veo el ritmo lo fija más bien los que tienes al lado que tus piernas. Pero ya me va bien y voy tirando. Los primeros kilómetros son lentos y con mucha gente. KM 1, 2, 3… Sant cugat tiene muchas subidas y bajadas, no es nada plana y a veces eso se nota.
A los 3’5 km están el desvío que separa a los niños de los hombres… Es decir, la ruta de 5 de la de 10 km. Ya voy decidido, me encuentro bien y veo que podré hacer los 10 km sin problemas. Una vez ahí ya no hay vuelta atrás. Ya el grupo se ha estirado y al coger el desvío hay menos gente. Poco a poco voy adelantando, sin forzar. En el km 5 (37 minutos) hay avituallamiento, me dan una botella de agua. Como voy informado ya sé que no debo bebérmela de un tirón y doy sorbitos durante varios km. Ahora francamente noto mucha mejoría.  Me siento muy cómodo, voy fácil y veo que voy adelantando a gente. No obstante hay momentos duros porque las subidas son sostenidas y largas, pero en general estoy muy a gusto.
Como me han aconsejado los zetarunners, he empezado a ritmo bajo, y en los dos últimos kilómetros aprieto. Me encuentro bien, pletórico. Tanto que entro en meta esprintando (y adelantando a 50 personas desde el km 5). He hecho los últimos 5 km en 23 minutos, un tiempazo para mí. Para un total de 10 km en 1 hora. Google Fit se ha comido 700 metros, pero palabrita que hice los 10 km XD



Estoy feliz, muy feliz, he conseguido acabar a buen ritmo y me encuentro muy bien. Me da pena que mi mujer no esté, pero el incipiente embarazo no le está sentando demasiado bien.


Pero rebobinemos:
El pasado 22 de Octubre participé en una carrera popular.  Como el querido lector sabrá (siempre me ha gustado esa manera de dirigirse a la gente que tenía Asimov) si ha seguido mi blog, empecé a correr el 1 de Agosto, esto es, hace poco menos de 3 meses. Es cierto que llevaba medio año yendo al gimnasio, pero lo que es correr por la calle tiene esa antigüedad. Y hace un año pesaba 110 kilos.
Empecé corriendo 3 km, luego 4, luego 5, 6, 8… Y vi los 10 posibles. Debo decir que en mi trabajo hay un club deportivo y se organizan salidas de vez en cuando. Dado que había una carrera popular en Sant Cugat (que es donde están las oficinas) se planteó ir a esta.
La carrera, la IX Cursa Sant Cugat DIR-Mossos d’esquadra, tiene dos versiones, la de 5 km y la de 10. Yo me decidí a apuntarme, y a medida que se acercaba el día iba tomando más cuerpo la decisión de hacer la de 10.
Por aquellas cosas del demonio al final fui solo, y el final ya lo sabéis.


Me parece que haré un par de carreras más de 10 km, y si todo va bien en Abril una media maratón.

¡Believe!

4 oct 2017

Si te dicen que corrí.

Hola, me llamo D y soy un aprendiz de runner (usando la definición de runner como el friki que sale a la calle a correr dos o tres veces por semana equipado con ropa deportiva y zapatillas de colorines, y habla en términos de minutos/km).
Tradicionalmente he aplicado la fórmula “No corráis, que correr es de cobardes”, apoyada por el cachondeo sistemático cada vez que veía a uno de la especie runner: “¡Corre Forrest, corre!”
Como he contado anteriormente he tenido que ponerme a hacer ejercicio. Y resulta que estoy apuntado en un gimnasio, al que voy dos o tres días por semana. Allí hago un poco de todo, sin agobios. Y correr, dado el peso que tenía, no podía, con lo que andaba en la cinta, como un hamster.  Y solo un par de semanas antes del día de autos había empezado a trotar.
Pero resulta que el 1 de agosto voy al gimnasio a las 7, y al abrir la puerta, estaba cerrada. Lo primero es pensar si es festivo local. Pero no, giro levemente la cabeza y veo un cartel donde se anuncia el horario para el mes de agosto, abren a las 8.
Con esa noticia lo decido, tendré que empezar a salir a correr hasta que vuelvan a abrir. Como cualquier neófito desconozco las particularidades de ese mundo, ¿cuál es la solución? Preguntar al que sabe. Me dirijo al telegram de Zetatesters y pregunto por su spinoff Zetarunners. Me pasan el link y me meto.
De entrada agradecer a Dani, Esther, Alicia, Lorenzo, Robert, etc (seguro que me dejo a alguien) la paciencia para responder al novato. He hecho preguntas muy tontas, soy consciente, pero en general aplico aquello de que más vale una vez colorao que 50 amarillo.  Y hay muchas ocasiones en las que se hacen cosas que desde fuera no tienen sentido, pero una vez te metes tienen toda la lógica del mundo. Cada tema tiene sus códigos y motivaciones, el problema es si nadie te lo explica. A mí me lo han explicado, y no puedo más que estar agradecido.
Lo primero que hacen es decirme que no corra por asfalto, que busque un camino de tierra o similar, que las articulaciones sufrirán menos.  Procedo a escanear los alrededores de mi cas y encuentro un sitio ideal, una rambla que es de tierra y gravilla, que además hace casi un km de cuerda, con lo que controlo mejor cuantos km he hecho.
Aunque para eso está el móvil android y el smartwatch (Sony Smartwatch 3). Al principio uso Gooogle fit, que es el que utilizo en el gimnasio y es bastante completo, pero pregunto por la mejor aplicación y me recomiendan Strava , donde además ya hay un club ZETARUNNERS creado. Los cascos inalámbricos ya los tengo, y el smartwatch permite modo stand alone (no necesita al móvil para adquirir datos), aunque al final opto por comprar una funda para llevar el móvil en el brazo, así puedo además escuchar música en google play (me han regalado tres meses gratis, que debo pensar en ir cancelando). ¿Es imprescindible para correr? pues no, pero ayuda a no pensar. Hay varias opciones, una es descargar discos para ello y otra las emisoras de radio temáticas, que tienen , como no, opción runner. Por cierto, la funda va muy bien con el brazo desnudo, pero si le pones un cortavientos se desliza. O está pensada para brazacos o algo hago mal.
Debo decir una cosa, ese rato que salgo a correr es mi tiempo, no se lo dedico a nada más, y me encanta tenerlo, aunque sea levantándome antes. Nadie me pide nada, nadie me habla, nadie me interrumpe...
Al día siguiente me pongo las zapatillas y salgo a la calle. Hago la friolera de 3 km en 21 minutos, lo que son 7 min/km (el día que mejor me ha ido después de un mes de salir ha sido 8 km en 6:00, que es un mundo de diferencia). No está mal para ser el primer día, pero veo claramente que las zapatillas van a ser un problema. Son zapatillas de 20 € del decathlon, valen para lo que valen (para el gimnasio ideales) pero para nada más.
Vuelta al telegram, ¿qué zapatillas me recomendáis? Dani me intenta vender el minimalismo y el drop cero (con mucha amortiguación, eso sí). Esto quiere decir que las zapatillas tienen la misma altura delante y detrás, de manera que se favorece una pisada más natural. Dedico un par de días a investigar, miro en foros, comparo calzado y no lo veo claro… Y al final voy a una tienda especializada y el dependiente (que tiene pinta de hacer un par de maratones antes de desayunar) me lo desaconseja. Me hace probar un par de modelos y finalmente encontramos uno que me encaja como un guante (con drop de 9 mm) y que me encaja también en precio. Total, pienso, si esto de correr van a ser pocos días. Eso sí, son de color naranja.
Ese es un tema a discutir sobre el mundo del corredor: a ver, en ropa aún hay opciones para no sentirse como el payaso de micolor, pero ¿en calzado? No hay nada mínimamente discreto. Todo son colores vivos, brillantes, con reflectores… Aunque luego te cuentan que es para que tengas visibilidad, que vas a correr por la calle y no deja de tener sentido, pero choca.
Al cabo de unos días empiezan los dolores en las piernas, bueno, más bien molestias. Pregunto y me dan trucos varios, uno de ellos curioso: voltarén y secador. También hay por ahí un tubo con pinchos pero prefiero no saber qué es.
Luego, como pardillo que es uno, van surgiendo dudas, una que me viene a la cabeza es: “¿qué hago con las llaves?” En el gimnasio llevo la llave de la taquilla en una cinta alrededor del cuello, pero al salir a correr molesta, rebota. Y lo pregunto. Me dan respuestas de todos los colores, pero al final una se impone, los pantalones de running o las mallas llevan unos bolsillos para eso. Pero claro, yo iba con unos pantalones cortos “normales”, con lo que no lo tenían. Pues nada, compro uno y veo que sí, que va perfecto para eso. Y como sale una promoción en el lidl de ropa deportiva (luego me he enterado de que es razonablemente buena, especialmente los calcetines), me compro un pantalón más y unas mallas (con la evidente intención de ponerme un pantalón encima, claro). Pues resulta que las mallas sin nada más son muy cómodas…
Ah, y los calcetines. Resulta que los calcetines compresivos de running te dicen en qué pie va cada uno (que tiene sentido, pero se te hace raro). Y lo mejor, tienen kilometraje. Es decir, se supone que pasados unos ciertos km pierden eficacia en la compresión (que también tiene sentido, pero se hace más raro aún).
Y te vas acostumbrando a salir a correr a primera hora, te levantas a las 6 y antes de ir a trabajar sales a la calle y el cuerpo te lo va pidiendo, vas viendo como los tiempos mejoran, aumentas la distancia y en general te encuentras mucho mejor.
Pero ahora ha refrescado por las mañanas, y claro, necesitas un cortavientos. Vuelta a la tienda y compro uno bastante majo, y otras mallas que veo de oferta. Si las primeras ceñían estas no dejan nada a la imaginación, pero sientan como un guante y te hacen sentir poderoso. Molan, es así. Y también tienen sentido. Evitas rozaduras, el músculo va comprimido y funciona mejor, etc.
El gimnasio bien, gracias, sigo yendo un par de veces en semana, pero me está gustando esto. Mucho. Ya veremos qué pasa cuando haga más frío, pero de momento voy tirando.

Ahora toca correr acompañado. de entrada participaré en Octubre en una carrera que puede ser 5 o 10 km. Yo estaba decidido a los 5, pero me está picando el gusanillo (un compañero de trabajo que le llamamos así XD) e igual paso a los 10, veremos si puedo probarme antes.